Un oasis en la estepa de Belchite

Encajonado en una garganta de roca se encuentra uno de los rincones más espectaculares de la escena belchitana: el Pozo de los Chorros. Se trata de un remanso de agua cristalina perfecto para aliviar el sofocante calor del verano

La estepa predomina el paisaje belchitano. Sin embargo, no todo son parajes terrosos y semidesérticos en el entorno del municipio zaragozano, ya que también es posible encontrar un oasis. Y es que siguiendo el cauce del río Aguasvivas, a mitad de camino entre Belchite y Almonacid de la Cuba, el visitante puede dejarse sorprender por el Pozo de los Chorros, una gran piscina natural con una pequeña sucesión de cascadas, marmitas y gorgas.

Se trata de un rincón espectacular que no solo asombra por la pureza de sus aguas, también por el entorno en el que se encuentra. Algo que se comprueba ya desde su acceso a través del sorprendente estrecho de Malpasillo, donde el cauce del río Aguasvivas se encajona entre altas paredes rocosas formando un desfiladero. Al fondo del mismo se encuentra el Pozo de los Chorros.

La sucesión de cañones, pozas y saltos de agua forma un conjunto sorprendente que se convierte en uno de los recursos imprescindibles para llevar el intenso verano de Belchite, al mismo tiempo que se disfruta de la naturaleza. De hecho, los amantes de la fauna tienen en este paraje la posibilidad de ver cabras montesas y aves como buitres leonados, milanos, aguiluchos laguneros, halcones peregrinos, abejarucos o alimoches.

Todos estos atractivos hacen que el Pozo de los Chorros sea, sin duda, uno de los parajes naturales del entorno de Belchite que el visitante no se puede perder.