El calor de un hogar en la residencia de mayores de Belchite

El centro residencial del municipio zaragozano ha celebrado diez años de servicio a las personas de más edad, a las que ha mejorado su calidad de vida y su bienestar, como si estuvieran en su casa

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La residencia de mayores de Belchite celebra este año una década de actividad. Pero, sobre todo, de servicio. Porque a lo largo de estos diez años, este centro municipal –gestionado por la Fundación Rey Ardid– se ha convertido en el hogar de centenares de personas mayores, que han encontrado en él una atención y cuidado que ellos ya no podían garantizarse en sus casas.

La puesta en marcha de este servicio ha mejorado la calidad de vida a las personas de más edad de Belchite y sus alrededores, pero también ha dado una oportunidad de trabajo y futuro a jóvenes de la zona. Así, un equipo de cuarenta personas –integrado por profesionales de Terapia Ocupacional, Gerocultura, Enfermería, Cocina, Administración o Limpieza, entre otros, trabaja día y noche para que no le falte nada a ninguno de los casi cien residentes que atienden. “Nuestro objetivo es que todos se sientan como en su propia casa”, explica la directora de la residencia, María Vázquez.

Un entorno tranquilo para disfrutar

Y es que, como subraya la responsable del centro, Belchite ofrece un entorno ideal para disfrutar de esta etapa de la vida. Por eso, entre los usuarios de la residencia hay vecinos del municipio zaragozano de toda la vida, pero también belchitanos que dejaron su tierra hace años en busca de un futuro más próspero y que, ahora, movidos por la nostalgia, han decidido volver al lugar que los vio nacer. También hay ciudadanos de las comarcas aledañas y de Zaragoza, que han que preferido cambiar el ajetreo de la ciudad por una vida más tranquila en el medio rural.

La residencia de mayores de Belchite cuenta con 104 plazas –privadas y concertadas con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS)-, distribuidas en 52 habitaciones, adaptadas a las necesidades especiales que demandan sus usuarios, para garantizar su máximo bienestar. Un bienestar que se traslada también a las zonas comunes, en las que cuentan con una sala de terapia ocupacional, un gimnasio, dos salas de televisión, una sala de estar, un comedor, una biblioteca y una sala de reuniones.

Un completo programa de actividades

“Además, conscientes de la importante influencia que ejercen las iniciativas socioculturales en la vida de nuestros residentes, tanto a nivel físico como psicológico, contamos con un completo programa de actividades que favorece una forma de vida activa y autónoma”, comenta María Vázquez. Programas de gerontogimnasia (para mantener y mejorar la autonomía física), actividades de cocina, de costura, de lectura o manualidades son algunas de las iniciativas que se desarrollan en la residencia de mayores.

Tampoco faltan las excursiones, las actividades intergeneracionales o los actos festivos, como jotas, teatro, coros o villancicos. La responsable de la residencia de Belchite resalta la involucración de instituciones como el Ayuntamiento o los centros educativos y de los mismos vecinos de Belchite en muchas de estas actividades. “Y es que el objetivo es que la residencia sea un centro de puertas abiertas, en el que, además, se potencien las relaciones con la población”, resalta.