Experiencias que descubren Belchite con todos los sentidos

La comarca del Campo de Belchite anima a sus visitantes a elegir entre las 13 propuestas turísticas que ha programado para acercarse a este territorio zaragozano de una manera diferente

Ya lo decía el pensador y filósofo alemán Walter Benjamin: “La experiencia es una vivencia que se aleja de lo cotidiano para transformarse en algo memorable”. Y esa es la propuesta que ofrece el Campo de Belchite a sus visitantes: descubrir este territorio de la provincia de Zaragoza mediante auténticas experiencias para todos los sentidos, que despierten emociones y recuerdos que perduren en el tiempo en la mente de quien las vive.

Y es que hablar de Belchite es hablar de historia, patrimonio, cultura, naturaleza, sabores y también de misterio. Y que mejor manera de viajar al pasado que con una visita diurna al Pueblo Viejo de Belchite, para hacer un recorrido desde sus orígenes medievales (con la convivencia de las tres grandes culturas y su plasmación en los modos de vida y tradiciones arquitectónicas), pasando por la época moderna para llegar hasta la Guerra Civil y las batallas del verano de 1937 y marzo de 1938.

Los restos del Pueblo Viejo se transforman al caer la noche. La visita nocturna traslada al visitante al Belchite más misterioso y enigmático, adentrándose en su historia más negra. Historias sobre procesos de brujas y sangrientos bandoleros y las leyendas más desconocidas de la Batalla de Belchite acompañan ese impresionante paseo. Una experiencia que no dejará indiferente al visitante.

Ese pasado vinculado a la Guerra Civil queda patente en las inmediaciones de Belchite, donde se pueden encontrar numerosos restos de la contienda. Además de las ruinas del Pueblo Viejo, la ruta guiada por las Huellas de la Guerra acercará al visitante a diferentes emplazamientos (búnkeres, trincheras y fortines) que fueron clave en el desarrollo de las operaciones de la guerra.

La despensa mediterránea

Pero Belchite también es sabor. De arraigada tradición olivarera, el municipio zaragozano alberga el mayor bosque de olivos de Aragón. El paisaje es un regalo para quien se acerca hasta él. Una experiencia de la que se puede disfrutar mediante una visita, en la que además de descubrir estos olivos centenarios también se pueden conocer con detalle los trabajos de recolección y las formas de trabajar el olivo. El resultado: un aceite de oliva con denominación de origen con unas cualidades muy especiales.

Una visita guiada a la Almazara Molino Alfonso sumergirá al turista en la cultura de este oro líquido, mostrando todo el proceso de elaboración, desde el momento en que entra la oliva hasta que se convierte en zumo. Y para disfrutarlo plenamente, que mejor forma que con una iniciación a la cata de aceite, en la que se podrán descubrir sabores, aromas, defectos y cualidades de las diferentes variedades de olivas. Una experiencia para todos los sentidos que, además, se puede completar con propuesta enoturística, visitando la bodega Tempore, en Lécera, y realizando un curso de iniciación a la cata de vinos.

Además, los alrededores de Belchite encierran numerosos tesoros de gran belleza y elevado valor medioambiental. Es el caso de las Grandes Hoces, uno de los parajes más singulares del Campo de Belchite. Unos curiosos cañones y barrancos que adentran al caminante en el corazón de la naturaleza más agreste de la comarca zaragozana, donde se esconde, además, un oasis de gran valor estético y ecológico.

Los amantes de la cultura, tienen la oportunidad de disfrutar de un taller de grabado en Fuendetodos, utilizando las mismas técnicas que su vecino más ilustre: Francisco de Goya. Un paseo goyesco permitirá al turista de la casa natal del pintor. Convertida también en Museo del Grabado, en la actualidad se muestran dos de las series originales del artista: Los Disparates y La Tauromaquia.

¡Escoge tu experiencia y descubre Belchite de una forma diferente!