Tradición y devoción se unen en la Semana Santa de Belchite
Las calles del municipio zaragozano vuelven a convertirse en el escenario en el que los diferentes pasos y procesiones recrean la pasión, muerte y resurrección de Jesús con el sonido de los bombos, tambores y cornetas como banda sonora
Llegan los días de Pasión. El olor a incienso, el toque de los tambores, el colorido de las flores, el resplandor de las velas y la belleza de las esculturas de los pasos toman las calles de numerosos municipios de la geografía española. También las de Belchite, en las que la tradición, las creencias, los sentimientos y el arte se funden, de nuevo, en una imagen de conmovedora belleza.
La bendición de ramos en el convento de San Rafael de las Madres Dominicas y la posterior procesión hasta la parroquia de San Martín Obispo abren el Domingo de Ramos la celebración de la Semana Santa en Belchite, con una cita en la que se conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén y en la que las palmas y los más pequeños son los protagonistas.
Sin embargo, es el Miércoles, el Jueves y el Viernes Santo cuando la Semana Santa de Belchite vive su máximo esplendor. La ofrenda de las cofradías y la colocación de los estandartes y pendones de cada hermandad en el altar de la parroquia da paso, el Miércoles Santo, al primer Vía Crucis por las calles del municipio zaragozano, en el que procesiona el paso de Jesús camino del Calvario.
El tan característico Romper de la Hora de la Semana Santa en Aragón marca el tránsito del Jueves al Viernes Santo. El retumbo de los tambores y de los bombos se adueña de la plaza del Ayuntamiento de Belchite, emulando el estrépito que se escuchó en la Tierra tras la muerte de Jesucristo. Para, a continuación, pasar del imponente estruendo al recogimiento propio de la procesión de Jesús el Nazareno y el Ecce Homo, también conocida como la del Silencio.
Solemnidad en el Viernes Santo
La procesión de las Siete Palabras –las últimas frases que pronunció Jesús desde la cruz antes de morir- recorre las calles de Belchite el Viernes Santo por la mañana. La solemnidad es la nota predominante de este desfile procesional, que muchos llaman de los Atados, ya que sus cofrades -vestidos con hábitos negros, que terminan en una cola que van arrastrando- van unidos por unas cuerdas que cuelgan en el cinturón de esparto que portan.
La entrada de Jesús en Jerusalén, la Oración del Huerto, el Ecce Homo, el Nazareno, Jesús Camino del Calvario, Jesús crucificado, la Dolorosa, la Piedad y la Cama con el Cristo yacente recorren las calles del municipio zaragozano el Viernes Santo por la tarde. La procesión del Santo Entierro, que reúne a las nueve cofradías de Belchite, es un desfile con un marcado carácter de recogimiento y con el redoble de los tambores, el rítmico golpeo del bombo y el sonido de las cornetas como banda sonora.
Unos 40 tambores, una veintena de bombos y 18 cornetas del Grupo de Tambores, Bombos y Cornetas de Belchite ponen sonido a la Semana Santa del municipio zaragozano desde hace casi medio siglo. Ataviados con túnicas moradas con pañuelo, capa cíngulo, cinturón y guantes blancos, acompañan a los diferentes pasos que procesionan por Belchite a lo largo de toda la Semana Santa. Sin embargo –como marca la tradición-, en el Santo Entierro escoltan al Ecce Homo, ya que en el pasado era el único paso que llevaba tambores.
Fiestas en honor a la Virgen del Pueyo, patrona de Belchite
Pero además de la religiosidad y el recogimiento, la Semana Santa en Belchite también es un momento para la celebración y la diversión. Y es que las fiestas menores del municipio coinciden con la conmemoración de la Pascua. Desde el Sábado Santo y a lo largo de tres días, los actos lúdicos y religiosos se mezclan en Belchite para celebrar los festejos en honor a su patrona: Nuestra Señora del Pueyo. No faltarán ni las sesiones de vacas ni las de baile y, por supuesto, actividades para los más pequeños.
El Domingo de Resurección, Belchite corona la Semana Santa con el Encuentro entre Jesús y la Virgen, a la que acompaña la Cofradía de la Piedad y del Rosario, que este año, además, celebra el 200 aniversario de su refundación. Sin embargo, el punto final a la celebración de la festividad de la Virgen del Pueyo llega dos días más tarde, el martes de Pascua, con la romería al Santuario y una comida popular en el pinar que rodea el templo.
Y además de fervor y celebración, quienes se acerquen estos días a Belchite pueden completar su experiencia turística con visitas alternativas, que incluyen historia, cultura, patrimonio, naturaleza y gastronomía. Sin duda, una completa oferta, que les permitirá descubrir el municipio zaragozano de una manera muy especial.