Belchite: un “juego de espejos” en el que reflexionar sobre la guerra

El municipio zaragozano ofrece a sus visitantes un panorama casi único en España: dos pueblos contiguos en el espacio, pero muy distanciados en el tiempo. El estudio del catedrático Stéphane Michonneau, plasmado en ‘Fue ayer: Belchite. Un pueblo frente a la cuestión del pasado’, indaga en el papel que ha desempeñado el recuerdo bélico entre sus habitantes

BelchiteViejo

Cuando se han cumplido 80 años de la Batalla de Belchite, las ruinas del Pueblo Viejo son un museo de recuerdos del pasado, constancia material de lo que conlleva una guerra. De hecho, constituyen el primer intento a gran escala de conservar ruinas de guerra en Europa, ya que la villa histórica de Belchite conforma el campo de ruinas más grande de la Guerra Civil Española. Este hecho atrajo la atención del catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Lille Stéphane Michonneau, quien se embarcó en un profundo estudio para ahondar en el asunto.

El resultado de su investigación ha quedado plasmado en ‘Fue ayer: Belchite. Un pueblo frente a la cuestión del pasado’, un libro que indaga sobre el papel que ha desempeñado el recuerdo bélico en esta población y que en 2017 publicó la editorial Prensas de la Universidad de Zaragoza.

Y es que, tal y como recuerda el autor, el municipio zaragozano ofrece a sus visitantes un panorama casi único dentro de España: dos pueblos contiguos en el espacio, pero muy distanciados en el tiempo. De una parte, el Pueblo Viejo, que se conserva en ruinas desde que en el verano de 1937 fuera escenario de una feroz batalla, que se saldó con 5.000 muertos y un pueblo arrasado. De otra, el Pueblo Nuevo, el de la reconstrucción y de la posguerra y en el que siguen viviendo los belchitanos.

A través de este “juego de espejos”, el autor invita a reflexionar sobre la Guerra Civil Española, pero también desde una perspectiva más amplia de las posguerras europeas del siglo XX. Además, basándose en esta situación, el catedrático -que ha dedicado buena parte de su trabajo al estudio de la relación entre memoria e historia en los siglos XIX y XX- profundiza en la relación con un pasado traumático que concierne a todos los españoles.

“La impresión de absurdo que transmite el espectáculo de las ruinas monopoliza y nutre una poderosa corriente pacifista que proclama que no hay guerras justas”, explica Michonneau. De ahí la importancia del Pueblo Viejo de Belchite, un lugar en el que recuperar la memoria histórica común a todos los españoles, siempre enfocada desde la importancia de la paz para el avance de los pueblos.