80 años de la batalla que marcó la historia de Belchite

Fue uno de los combates más duros de la Guerra Civil Española. Dejó 5.000 muertos, un pueblo arrasado y una huella que todavía es visible hoy en las ruinas del viejo Belchite, que se proyectan como símbolo de la importancia de la paz para el avance de los pueblos.

Si algo ha marcado la historia más reciente de Belchite han sido 14 días del verano de 1937. Y es que -aunque el municipio zaragozano ya había sido testigo de diferentes episodios bélicos a lo largo del siglo XIX- fueron esas dos semanas transcurridas entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre las que mayor repercusión tuvieron para la localidad, que fue escenario de una de las luchas más cruentas de la Guerra Civil Española. La conocida como Batalla de Belchite se saldó con 5.000 muertos y un pueblo arrasado. Este año se conmemora su 80 aniversario.

En junio de 1937, el Estado Mayor republicano preparó una serie de ofensivas con el fin de aliviar la presión de esta zona de la contienda e intentar evitar la caída de Bilbao en manos del ejército franquista. Así, tras el éxito obtenido en la Batalla de Brunete, el general Rojo (jefe del Estado Mayor del Ejército republicano durante la Guerra Civil) planteó un contragolpe estratégico. Para ello, dispuso un importante número de efectivos a lo largo del extenso frente de Aragón. El objetivo era –aprovechando el factor sorpresa- realizar un avance rápido sobre Zaragoza para tratar de ocuparla y provocar el desplazamiento de tropas nacionales desde el norte. El 24 de agosto se inició la ofensiva de Belchite.

Pero esta ambiciosa operación no tuvo los resultados esperados. De hecho, el municipio zaragozano era un objetivo secundario y, sin embargo, los combates en el mismo se prolongaron más de lo previsto. Después de días marcados por una frenética lucha entre ambos bandos, el cerco sobre la villa se fue completando, quedando pequeños reductos de resistencia, como el seminario, que terminó cayendo el 2 de septiembre. Una vez alcanzado el casco urbano, los combates se realizaron casa a casa, hasta restringir un último núcleo de resistencia en torno al ayuntamiento y viviendas adyacentes, así como la torre de la iglesia de San Martín. Belchite fue tomado finalmente el 6 de septiembre.

Este acontecimiento bélico marcó el inicio del fin de muchos siglos de historia de Belchite, que fue despoblándose paulatinamente, a medida que sus gentes se trasladaban al Pueblo Nuevo, construido en cuadrícula, contiguamente a la villa histórica. Este año se conmemora el 80 aniversario de esta batalla. Ocho décadas después, el Pueblo Viejo se erige como un realista museo al aire libre de recuerdos del pasado y de lo que puede ser una guerra y, por tanto, un lugar en el que recuperar la memoria histórica común a todos los españoles, siempre enfocada desde la importancia de la paz para el avance de los pueblos.