Belchite, un escenario de película

El director Terry Gilliam lo bombardeó. Con ‘El laberinto del Fauno’ viajó a los Oscars. El Pueblo Viejo de Belchite es un auténtico rincón de película que ha cautivado no sólo a cineastas, también a documentalista y a publicistas.

Su peculiaridad arquitectónica e histórica, junto a la imagen de sus ruinas, hacen de él un escenario impactante. Por eso, no extraña que el Pueblo Viejo sea uno de los platós más demandados en Aragón a la hora de rodar. Pero no es algo nuevo. Ya a finales de los años treinta del siglo pasado se grabaron allí imágenes para algunos documentales bélicos, como Alas negras o Belchite, dirigido por Andrés Pérez Cubero. Sin embargo, fue su bombardeo en una de las escenas de la superproducción internacional Las aventuras del barón Munchausen, dirigida por el director británico y ex Monty Python Terry Gilliam, en 1988, lo que hizo que muchos cineastas pusieran sus ojos en este singular plató, que, durante unos días, acogió las interpretaciones de una niña Sarah Polley y de una jovencísima Uma Thurman.

Las ruinas del Pueblo Viejo transportan a otra época a todo aquel que posa su mirada en ellas. Así lo hizo Albert Boadella, que, en 2003, repetía con su primera película, ¡Buen viaje, excelencia!, la experiencia de rodar en Belchite (en 1995 ya había utilizado ese escenario en la serie Vaya día). La magia que sigue desprendiendo el Pueblo Viejo de Belchite se refleja también en El Laberinto de Fauno, película de fantasía, dirigida por Guillermo del Toro, con la que la estampa de Belchite viajó en 2007 hasta los Oscar, donde competía en la categoría de Mejor Película de Habla no Inglesa. La última película que ha escogido Belchite como localización de parte de sus escenas ambientadas en el frente de Aragón, en el año 1937, ha sido Incierta gloria, de Agustí Villaronga.

Ella está enfadada, del director Juanjo Giménez Peña; La mirada oblicua, de Jesús Monllao; Extranjeros de sí mismos, el documental de los directores José Luis López-Linares y Javier Rioyo; Jinetes en la tormenta (Los Mecánicos de la Naranja), de Pablo Aragüés; El otro lado, de Óscar Parra y Mario Bravo; El expediente Belchite, de Óscar Parra, o Imelda, de Kike Maíllo, son otros de los trabajos filmados entre las ruinas del pueblo viejo, que son el escenario perfecto para rodar desde películas, series o documentales, hasta reportajes o anuncios. Para el recuerdo quedará el reciente paso de Arnold Schwarzenegger por este set de rodaje para grabar el anuncio de su último videojuego el pasado mes de mayo.

Con el frío, quizás nos apetezca estar más en casa disfrutando de una buena película. Pero está claro que el cine nos ofrece otra forma de visitar Belchite. Ya estemos cerca o lejos, sin duda, siempre será un viaje de cine.